En los últimos 20 años, las más grandes transformaciones en los medios de pago, sucedieron alrededor de las características físicas de los plásticos y la seguridad de las redes en términos de criptografías, mejoras en las redes de aceptación y terminales, e intercambios de mensajes. Las arquitecturas tecnológicas de los bancos han evolucionado, pero aún faltan desarrollos para operar en plataformas más ágiles.
Los mayores cambios en los sistemas bancarios han sido motivados por la necesidad de cumplir con reglas bancarias; en comparación, muy poco se ha dedicado a fomentar el desarrollo de nuevos productos y plataformas. Como resultado, son pocos los bancos en Latinoamérica que han desarrollado capacidades para operar y consumir APIs (Interfaz de Programación de Aplicaciones, por sus siglas en inglés), para interactuar con un ecosistema que se está expandiendo día a día.
En contraste, durante los últimos seis años hemos presenciado una explosión de nuevas aplicaciones, provenientes de pequeños jugadores tecnológicos que, con modelos más simples de operación, procesos e innovación, aportan nuevas formas de pago. Varios han crecido rápidamente para convertirse en otros motores de la industria. La escena de las “fintech”, empresas de tecnología para el ámbito financiero, en Latinoamérica y el Caribe está efervescente, y el futuro es promisorio en parte gracias al soporte de instituciones que desempeñan un papel catalizador en cada uno de los mercados.
Las inversiones de Venture Capital e inversores institucionales todavía son tímidas y rondan los $500 millones de dólares de acuerdo a CB Insights, una compañía que sigue las inversiones en el segmento. Como referencia, a nivel mundial las inversiones en fintech sobrepasan los $23 mil millones de dólares.
Estuve visitando Brasil hace un par de semanas, en los cuarteles de Starupfarm www.startupfarm.com.br y GSV Labs con quienes tenemos un modelo de colaboración. La conclusión de nuestras reuniones, conversaciones y experiencias conjuntas es que las fintech se convertirán en la región en un importante contribuidor de nuevas tecnologías bancarias y ayudarán a dinamizar los medios de pagos. De esta forma, el futuro de los bancos y fintech está interrelacionado.
En Visa, nuestro acercamiento y soporte a las fintechs está basado en un reconocimiento y respeto a que el ecosistema está evolucionando rápidamente. Estamos comprometidos a continuar jugando un papel de conectores entre las ideas que aportan los nuevos jugadores con la escalabilidad y seguridad inherente a los bancos. La plataforma de Visa APIs developer.visa.com permite a los bancos y fintech desarrollar soluciones basadas en colaboración.
De acuerdo a varios estudios, el 70% de las fintechs quieren desarrollar alianzas con los bancos para traer soluciones a nuevos consumidores, ayudar a expandir los pagos móviles, dinamizar la aceptación en comercio electrónico y resolver problemas para los comercios. Es en el último caso donde hay más camino que recorrer. El valor agregado de traer un nuevo comercio a la red es mayor que el valor de traer un nuevo consumidor, desde una perspectiva económica más general. Por lo tanto, las tecnologías que ayuden a pequeños comercios a participar en una economía digital tiene un efecto multiplicador para la inclusión financiera, para la economía de los países, pero más importante para el futuro de millones de familias que operan pequeños negocios.
Nota: todos los conceptos y argumentos, son a título personal.