La importancia de las Remesas
Las remesas son sumamente importantes para muchos países alrededor del mundo. Los trabajadores envían a sus países de origen cientos de miles de millones de dólares al año. Más de 250 millones de trabajadores envían remesas y las Naciones Unidas (ONU, 2019) cree que una de cada nueve personas del mundo podría subsistir gracias a ellas. Un estudio de investigación (Ratha 2005) indica que estos flujos podrían ser realmente más estables que otros influjos, inversiones y asistencia. En abril de este año, un informe de la Comisión de Estabilidad Financiera (2020b) citó datos del Banco Mundial indicando que "muchos migrantes internacionales envían fondos para apoyar a sus familias y amigos en sus países de origen y los flujos de remesas anuales crecieron un 50% desde 2010 alcanzando los 707 mil millones de dólares, de los cuales 529 mil millones de dólares correspondieron a países de bajos y medianos ingresos". Más de la mitad de este total fue enviado por trabajadores en los países del G20. Aunque estos fondos son importantes para muchos países, son fundamentales para las familias involucradas, y es el costo para el remitente lo que más ha recibido atención.
El cuadro más abajo muestra los receptores más grandes de remesas en el 2019.
Un enfoque en los costos
El Comité sobre Sistemas de Pago y Liquidación (CPSS) del Banco para Liquidaciones Internacionales (BIS) y el Banco Mundial publicaron en el 2007 los "Principios generales para los servicios de remesas internacionales" a fin de ofrecer un marco para mejorar el mercado de remesas internacionales. Los principios abordan la protección del consumidor, la transparencia, los marcos legales y regulatorios, las infraestructuras de pagos y el papel que desempeñan el sector público y el privado. El G7/G20 después avaló estos principios. En el 2009, el G8/G20 estableció una meta para reducir el costo de las remesas transfronterizas del 10 por ciento al 5 por ciento en un plazo de cinco años. Los Objetivos de Desarrollo Sustentable (SDG, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, con el objetivo de reducir la desigualdad entre países, establecieron una meta del 3 por ciento para el 2030.
Más recientemente, las remesas han cobrado importancia como parte de la iniciativa estratégica de pagos transfronterizos emprendida por la Comisión de Estabilidad Financiera (FSB) con gran apoyo del Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado (CPMI). La estrategia considera los pagos minoristas y mayoristas, con mayor atención a las remesas en la categoría minorista. El análisis transfronterizo halló que el costo promedio de enviar una remesa de 200 dólares en el 4.º trimestre del 2019 era de un 6,82 por ciento;
otra medición de lo que un consumidor bien informado paga indica una cifra de un 4.37 por ciento. Aun así, estas cifras no han caído tanto como quisieran el sector público y el privado y están por encima de la meta del 3 por ciento de los SDG de la ONU.
La pandemia presenta desafíos
Mientras se realiza el análisis de los pagos transfronterizos, la pandemia de COVID-19 ha estado desbaratando la base de las remesas mundiales: el empleo. Un informe del FMI de este verano llamado "Una forma de sustento en peligro" predijo lo siguiente:
La pandemia golpeará a los flujos de remesas más fuerte que la crisis financiera del 2008 y esto sucederá mientras los países pobres están luchando contra el impacto del COVID-19 en sus propias economías. Los trabajadores migrantes que perdieron su empleo probablemente reduzcan las remesas a sus familias en casa. Los países receptores perderán una fuente importante de ingresos e impuestos justamente cuando más los necesitan. En realidad, según el Banco Mundial, se espera que los flujos de remesas caigan alrededor de 100 mil millones de dólares en el 2020, lo cual representa aproximadamente una caída del 20 por ciento con respecto al 2019 (Chami y Sayeh 2020).
Esto sería especialmente devastador para los países en los que gran parte del PIB deriva de remesas y dichos países, como se ilustra en la siguiente tabla del informe del FMI, son de diversas regiones.
Pero las Remesas (en algunos corredores) han desafiado algunas proyecciones
Pero cuando los encargados de formular políticas esperaban que las remesas cayeran, comenzaron a llegar datos contraintuitivos. México fue una de las mayores sorpresas. México tuvo una caída de las remesas del 2.6% en abril, una de las menores caídas entre los países de América Latina. La resistencia se debió en parte a una tasa de cambio favorable del peso mexicano al dólar estadounidense. Según Pew Research, México y la República Dominicana recibieron más remesas en la primera mitad del 2020 que en la primera mitad del 2019. Pew halló que otras regiones sufrieron una caída durante los primeros seis meses del 2020 y luego mostraron señales de repunte. "Por ejemplo, las remesas a Filipinas y Bangladesh, dos de los países de donde provienen más migrantes internacionales, cayeron un 4.2% y 1.4% respectivamente en comparación con el 2019, con fuertes caídas especialmente en abril. Pero las remesas mensuales de ambos países repuntaron en junio" (Noe-Bustamante (2020)). Al menos en el caso de México, y quizás en otros lugares, los resultados mejores de los previstos de las remesas parecen estar relacionados con el carácter de "esencialidad" del trabajo de los migrantes en los países del G20. En el caso de EE. UU., los trabajadores mexicanos ocupan muchos puestos de trabajo esenciales. Sin embargo, muchos investigadores esperan que las remesas terminen 20 por ciento o más por debajo para el año.
Lo que se necesita: la recuperación del empleo y la innovación continua de las Remesas
Lo que los países que dependen mucho de las remesas necesitan es principalmente una recuperación del empleo. La recuperación del empleo en los países del G20 tendrá una importancia enorme y el carácter de "esencial" de muchos de los trabajadores que envían remesas no puede sostener las remesas en todos los corredores. La recuperación de las pequeñas empresas será clave, ya que estas firmas representan más del 90 por ciento de las empresas mundiales y el 50 a 60 por ciento de los empleos del mundo. A medida que la pandemia acelera la digitalización del comercio (y del mundo) será fundamental posibilitar la participación plena de estas empresas. Visa se comprometió a habilitar digitalmente a 50 millones de PyMES en los próximos tres años.
Diciembre 2020 Chad Harper
Fuentes
[1] Objetivo 10 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: Reducción de las Desigualdades https://www.un.org/sustainabledevelopment/inequality
[2] La información se puede encontrar en https://www.knomad.org/data/remittances. Los cálculos del personal del Banco Mundial se basan en información de la base de Estadísticas de la Balanza de Pagos del FMI y datos publicados por bancos centrales, agencias nacionales de estadística y las oficinas nacionales del Banco Mundial.
[3] Indicador SmaRT del Banco Mundial, https://remittanceprices.worldbank.org/sites/default/files/smart_methodology.pdf
[4] Visa Habilitará Digitalmente a 50 Millones de Pequeñas Empresas para Potenciar la Recuperación de las Comunidades de Todo el Mundo, 22 de junio.