Los pagos sin contacto continúan ganando impulso entre los consumidores, comercios y bancos de todo el mundo, por ejemplo, en Australia casi un 90% de las transacciones presenciales son hechas vía pagos sin contacto, el sistema de transporte en Londres funciona con la misma tecnología y para no ir más lejos el Gobierno de Costa Rica lo está adoptando para aumentar aceptación. Esta tecnología puede dinamizar los pagos en América Latina y el Caribe, trayendo beneficios reales a todo el ecosistema.
Se trata de un modelo de industria interoperable; la funcionalidad es crucial para acelerar la adopción de los pagos digitales en la región. Sin esta tecnología, no existe una plataforma interoperable para el crecimiento de pagos móviles en la región y la utilización de nuevos dispositivos de pago cada vez más populares como pulseras, relojes, anillos y otros. El consumidor quiere utilizar esos dispositivos donde quiera que va, de una forma universal como lo hace hoy en más de 200 países alrededor del mundo al utilizar sus tarjetas.
El consumidor es el gran ganador: la tecnología contactless permite que se realicen pagos con sólo acercar la tarjeta, dispositivo o móvil al terminal de pago mediante una tecnología inalámbrica de corto alcance, y sin la necesidad de deslizar o entregar la tarjeta, y en muchos casos ni ingresar un PIN o contraseña. Es una tecnología muy rápida que además cuenta con los mismos estándares de seguridad que las tarjetas con chip. Los pagos sin contacto brindan una forma rápida y conveniente para hacer pagos cotidianos, especialmente en supermercados, restaurantes de comida rápida, estaciones de servicio y transporte público, y están ayudando a los consumidores a transformar sus estilos de vida, simplificando sus experiencias de pago, y todo en un par de segundos por cada transacción sin contacto.
Adiós a las largas líneas al momento de pagar, esta solución tecnológica aporta beneficios para los comercios. Los negocios que actualmente utilizan esta tecnología experimentan pagos rápidos y ágiles en caja y mayores eficiencias operacionales al disminuir el uso de efectivo, proporcionando mejores experiencias de pago a sus clientes y más ventas. Las terminales sin contacto permiten a los comercios la aceptación de otras formas de pago, como Apple Pay, Android Pay y Samsung Pay, ya que la infraestructura para soportar tarjetas sin contacto es la misma que se necesita para pagar con celulares y otros dispositivos.
Los pagos sin contacto permiten construir nuevas experiencias para desplazar el efectivo. Además, aportan poderosos beneficios para los bancos emisores; no sólo les ayuda a penetrar transacciones de pequeños montos y participar en nuevas categorías de aceptación, sino que también les permite acelerar su transformación digital, impulsando la preferencia por sus productos y desarrollando nuevos usos de pago basadas en la combinación de tokenización, biométrica, NFC y otras plataformas disponibles para mejorar la experiencia del consumidor.
América Latina tiene uno de los niveles más bajos de pagos electrónicos versus el consumo diario, eso la hace una de las regiones más atractivas para la introducción de nuevas tecnologías que ayuden y faciliten la eliminación del efectivo de las transacciones. La oportunidad de expandir pagos sin contacto es enorme y trae beneficios para todos en el ecosistema.
Nota: Los puntos de vista y opiniones expresados en este artículo son exclusivamente míos.